flujo-vaginal

Secreción o flujo vaginal ¿qué es lo normal?

9 enero, 2024
Por el Comité Editorial Blog IVI Dona

La secreción o el flujo vaginal aparece en las mujeres desde la pubertad. Además de ser totalmente natural, es fundamental para tener una vagina saludable. Su principal función es impedir las infecciones y favorecer la lubricación. Por esta razón, observar los cambios en el flujo vaginal es muy útil para detectar posibles alteraciones en la zona íntima. A continuación, explicaremos en qué se diferencia una mucosidad vaginal común de un flujo atípico. También resolveremos dudas habituales, como si es normal tener flujo todos los días.

¿Cómo diferenciar entre un flujo vaginal normal o atípico?

Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), un flujo vaginal normal es de color claro o transparente, de consistencia viscosa, no huele y cuenta con un pH ácido inferior a 4,5. Aunque es normal tener flujo todos los días, su aspecto y cantidad varían con factores como la edad, el uso de anticonceptivos, las relaciones sexuales o la fase del ciclo menstrual. Por ejemplo, durante la ovulación, que corresponde aproximadamente al día 14 después de la menstruación, las secreciones se vuelven más abundantes y espesas. Por tanto, este tipo de cambios son completamente naturales, como consecuencia de alteraciones en las hormonas femeninas.

Sin embargo, cuando se observan cambios en el color, la textura, la cantidad o el olor de la mucosidad vaginal en comparación con las secreciones comunes, estos pueden deberse a la aparición de alguna infección o problema que sí necesite tratamiento médico. También suele ser habitual que existan otras molestias como escozor, irritación o picor en la zona íntima. Los especialistas consideran un flujo atípico en los siguientes casos:

  • Color: grisáceo, amarillento, verdoso o amarronado.
  • Textura: arenosa, cremosa o grumosa.
  • Cantidad: mucho flujo vaginal.
  • Olor: fuerte y molesto.

Causas más frecuentes del flujo atípico

La aparición de un flujo atípico puede ser indicativo de diferentes problemas, como las infecciones vaginales y las enfermedades de transmisión sexual (ETS); entre ellas las más comunes son:

  1. Infecciones vaginales

La flora vaginal está formada por un conjunto de bacterias y hongos que habitan en la vagina de forma natural. Si se produce un desequilibrio debido al aumento de estos microorganismos, puede ocasionar alguna de las infecciones vaginales más frecuentes:

  • Candidiasis vaginal: esta infección está causada por la proliferación del hongo Candida albicans. Los síntomas son ardor y picor en la vulva. El flujo vaginal suele ser blanquecino y más denso de lo común, parecido al queso cottage.
  • Vaginosis bacteriana: aparece por el aumento de bacterias como la Atopobium vaginae o la Gardnerella vaginalis. Además de producir picor en la zona externa de la vagina y escozor al orinar, se caracteriza por secreciones débiles de color grisáceo, verdoso o amarillento con olor similar al pescado.
  1. Enfermedades de transmisión sexual (ETS)

Otro de los motivos por los que se producen cambios en las secreciones son las enfermedades de transmisión sexual (ETS):

  • Clamidia: se trata de la enfermedad bacteriológica más frecuente. Sus síntomas incluyen mucho flujo vaginal, blanquecino y con grumos, así como dolor al orinar o al mantener relaciones sexuales.
  • Gonorrea: esta infección se diferencia por una mucosidad vaginal amarillenta, que viene acompañada de ardor al orinar e irritación en el ano.
  • Tricomoniasis: esta ETS origina un flujo vaginal blanquecino, grisáceo, amarillento o verdoso y con mal olor. Provoca ardor y picor en la vagina, así como molestias abdominales.
  • Virus del Papiloma Humano (VPH): las portadoras del VPH suelen presentar mucho flujo vaginal y de color amarronado, lo que indica que se ha producido un sangrado previo.
  1. Otras causas

La flora vaginal y las secreciones pueden verse alteradas por determinados hábitos diarios que son perjudiciales para la zona íntima:

  • Realizar duchas vaginales con frecuencia: lejos de ser beneficiosas, alteran el equilibrio de la flora vaginal.
  • Utilizar productos que no sean específicos para esta zona: los productos perfumados o determinados aerosoles también provocan alteraciones.
  • Uso excesivo de antibióticos: automedicarse es muy peligroso, puesto que se pueden eliminar bacterias necesarias.
  • Llevar ropa interior muy ajustada o de fibras sintéticas: estos tejidos no son transpirables, de ahí que se recomiende utilizar ropa interior de algodón.

Si observas algún cambio en el flujo vaginal, recuerda que siempre debes consultar con un ginecólogo para que pueda determinar la causa y recomendarte el tratamiento adecuado. Para ello, será necesario realizarte un estudio previo, que consiste en una exploración de la vulva y la vagina, junto con una ecografía del útero, una citología y un cultivo para poder analizar los microorganismos.

Confía en las clínicas IVI 

Si tienes más dudas sobre el flujo vaginal o deseas realizarte una revisión ginecológica, contacta con las clínicas del grupo IVI. Nuestro equipo de profesionales estará encantado de ayudarte. Somos expertos en reproducción asistida y contamos con clínicas en toda España para estar muy cerca de ti. Solicita una primera visita con nosotros llamando al teléfono 900 844 000 o rellena el formulario con tus datos. ¡Confía en el grupo IVI!