Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2022 se han diagnosticado 34.750 mujeres con cáncer de mama. Aunque este tipo de cáncer es el más frecuente en las mujeres, existen diferentes pruebas que permiten detectar esta enfermedad de forma precoz y tratarla lo más rápido posible. Entre ellas, se encuentra la ecografía de mama, mediante la cual se pueden analizar lesiones benignas o cancerosas, especialmente en mujeres con senos densos. A continuación, explicaremos en qué consiste una ecografía de mama y porqué es importante realizársela. También veremos a qué edad hacerse una mamografía y cuánto tiempo tiene que pasar entre una mamografía y otra.
Tabla de contenidos
¿Qué es una ecografía de mama?
La ecografía de mama es una prueba de imagen que ayuda a identificar problemas en los senos mediante ondas sonoras o ultrasonidos. Se trata de un estudio no invasivo y totalmente indoloro. Además, no supone ningún riesgo para la salud de las mujeres debido a que no requiere ninguna exposición a radiaciones. Para llevarla a cabo, el especialista aplica un gel frío en los senos en el que pasará un dispositivo para poder analizar su interior. De esta forma, se obtienen imágenes que permiten examinar la estructura, el movimiento de los órganos y el flujo que circula por los vasos linfáticos.
Por lo general, la ecografía de mama se realiza como un examen complementario a la mamografía, donde las imágenes se obtienen por rayos X; o a la resonancia magnética del pecho, en la cual se utilizan imanes y ondas de radio. Con la ecografía de mama, los expertos pueden tener más información en caso de que los resultados de la mamografía no hayan sido correctos o claros. Para evitar alteraciones en los resultados, las mujeres no se deben aplicar cremas ni otros productos el día en el que vayan a hacerse este estudio.
¿Para qué sirve una ecografía de mama?
Según los especialistas, la ecografía de mama es muy útil para evaluar si las lesiones que hay en los senos son benignas o cancerosas. A su vez, esta prueba permite:
- Analizar las anomalías que se encuentran en los senos y la extensión del área afectada.
- Examinar problemas que no se pueden detectar en las mamografías, como ocurre en los casos de mujeres con senos densos.
- Distinguir entre las masas y tumores benignos con quistes (pequeños sacos que contienen líquido u otras sustancias), o fibroadenomas (tumores no cancerosos sólidos).
- Localizar la presencia de pequeños tumores que no se han extendido hasta los ganglios linfáticos.
- Durante la realización de una autopsia de mama, también ayuda al profesional a guiar la aguja.
Por otra parte, la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) advierte de que los resultados de la ecografía de mama pueden no ser concluyentes y, por tanto, es posible que se requiera otra prueba de seguimiento o, incluso, una biopsia para verificar, si la lesión es cancerígena o no. Además, cuando el médico lo considere, también puede ser necesario someterse a una resonancia magnética del pecho.
¿A qué edad hacerse una mamografía?
Por lo general, los expertos recomiendan a todas las mujeres realizarse una autoexploración de los pechos de forma periódica para detectar posibles irregularidades que requieran atención médica. A su vez, recuerdan la importancia de acudir a la revisión de las mamas una vez al año, del mismo modo que ocurre con las pruebas ginecológicas.
Aunque la edad de máxima incidencia del cáncer de mama se sitúa por encima de los 50 años, afecta en torno a un 10 % de las mujeres menores de 40 años, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Por esta razón, la mamografía debe realizarse a partir de los 40 años. No obstante, puede ser necesaria antes, si la mujer tiene antecedentes familiares u otros factores de riesgo. Respecto a cuánto tiempo tiene que pasar entre una mamografía y otra, se debe repetir de forma anual a partir de los 40 años y cada dos años desde los 55.
En el caso de las mujeres con mamas densas, la ecografía de mama es especialmente importante. Estas se caracterizan por tener una menor cantidad de tejido graso y un mayor volumen de tejido no adiposo. Este tipo de senos tiene seis veces más probabilidades de padecer cáncer. Además, debido a su morfología, es más difícil detectarlo con solo una mamografía convencional.
Confía en la experiencia de las clínicas IVI
Ahora que ya sabes qué es una ecografía de mama y por qué es importante, en las clínicas del grupo IVI estamos a tu disposición, si deseas realizarte esta prueba. Contamos con un gran equipo de profesionales con más de 30 años de experiencia en el sector y clínicas en toda España para estar cerca de ti. Puedes solicitar más información o una primera visita con nosotros, llamando ahora al teléfono gratuito 900 844 000, o rellenando el formulario con tus datos. ¡Te esperamos!