Una de las malformaciones uterinas más habituales de las mujeres, concretamente con un 55 % de prevalencia, es el útero septo, también conocido como útero tabicado. Esta alteración del útero no suele producir síntomas en las mujeres que lo padecen, pero sí puede llegar a dificultar el embarazo. Afortunadamente, existe un procedimiento quirúrgico sencillo para corregirla. A continuación, explicaremos qué es el útero septo y cuáles son sus principales consecuencias; también, veremos en qué consiste su tratamiento.
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Malformaciones uterinas: ¿Qué es el útero septo?
El útero septo es una alteración en la que la cavidad uterina está separada en dos partes por un tabique o septo. Puede estar dividida de forma parcial (si alcanza hasta la mitad del espacio del útero) o completa (si se prolonga hasta el cérvix). Este tabique debe ser de al menos 5 milímetros, puesto que, si es inferior, entra dentro de la normalidad y no se considera una malformación uterina.
La causa principal de la mayoría de las alteraciones del útero se debe a una interrupción en el correcto desarrollo del aparato genital durante el embarazo. En el caso concreto del útero septo, este se produce durante la formación de los conductos de Müller, unas estructuras que derivan del pliegue urogenital y que dan lugar al útero, las trompas de Falopio y el cérvix. Los problemas en la formación de estos conductos pueden causar malformaciones uterinas, como el útero tabicado, el síndrome de Rokitansky (ausencia del útero y la vagina), o, el más común y menos grave, útero septo.
Síntomas del útero septo
La mayoría de las mujeres con útero septo son asintomáticas. Sin embargo, existen casos en los que esta alteración del útero produce los siguientes síntomas y consecuencias:
- Dismenorrea: consiste en una afección menstrual que se caracteriza porque la mujer experimenta dolor en la zona pélvica durante la regla y otros síntomas tales como calambres, náuseas o mareos.
- Abortos espontáneos: se trata de la pérdida natural del embarazo antes de la semana 20 de gestación o la pérdida de un feto con un peso por debajo de los 500 gramos.
- Partos prematuros: hace referencia a los nacimientos que tienen lugar antes de la semana 37 de embarazo, lo que puede ocasionar problemas en los recién nacidos.
- Cerclajes cervicales: se realizan en diferentes procedimientos en los que se utilizan suturas o bien cinta sintética con el objetivo de reforzar el cuello del útero durante la gestación. Se llevan a cabo para reducir el riesgo de sufrir parto prematuro.
- Posiciones anormales del feto: el útero septo aumenta las probabilidades de que el bebé esté en una posición anormal que podría dificultar el parto.
Tratamiento del útero septo: ¿en qué casos está indicado?
Para poder elaborar un correcto diagnóstico de esta malformación uterina, los expertos recomiendan realizar una ecografía bidimensional o tridimensional durante la revisión ginecológica. Si se detectara la presencia de útero tabicado, se lleva a cabo una histeroscopia, un procedimiento que permite al ginecólogo examinar el interior del útero para corroborar el diagnóstico. El útero septo no requiere de tratamiento urgente, siempre y cuando las mujeres no presenten síntomas o no estén buscando el embarazo. Sin embargo, la intervención sí será necesaria en todas aquellas que deseen quedarse embarazadas, puesto que la presencia del tabique uterino puede causar problemas y dificultar la gestación.
Si no se lleva a cabo la intervención, el riesgo de aborto espontáneo con útero septo alcanza el 60 %. Esto se debe a que el embrión podría implantarse en el tabique fibroso, donde la vascularización es menor, en lugar de en las paredes del útero. En el caso de un embarazo evolutivo (donde todo va correctamente), si la mujer tiene útero septo, podría darse un parto prematuro, que afecta a entre un 12 y 33 %. Además, no sería posible intervenirse durante la gestación, por lo que lo más recomendable es hacerlo antes de buscar el embarazo.
¿En qué consiste el tratamiento del útero septo?
El tratamiento del útero septo consiste en una histeroscopia quirúrgica para eliminar el tabique. Se realiza bajo sedación y tiene una duración de entre 15 y 20 minutos, por lo que no requiere de ingreso hospitalario y la mujer vuelve a casa ese mismo día. Además, no conlleva efectos secundarios ni ningún riesgo para la salud. Pasados dos meses, será necesario llevar un control para verificar que la cavidad uterina está en perfecto estado para que pueda producirse la gestación. Esta cirugía ginecológica ofrece resultados muy positivos, ya que logra aumentar la tasa de embarazos y disminuir los abortos.
Ahora ya sabes qué es el útero septo y por qué es importante tratarlo. Si tienes cualquier duda al respecto o necesitas realizarte una revisión ginecológica, en las clínicas del grupo IVI estamos a tu disposición. Solicita una primera visita con nosotros llamando al teléfono gratuito 900 844 000 o rellena el formulario con tus datos y nuestros asesores se pondrán en contacto contigo. ¡Esperamos tu visita!