Ser madres es el deseo de muchas mujeres. Sin embargo, son muchas las que se encuentran con problemas a la hora de intentar tener un hijo. Son diversas las causas de infertilidad en mujeres u hombres, incluso algunas de origen desconocido. Hoy en día, los avances médicos dan una nueva oportunidad de lograr el sueño de la maternidad. En concreto, gracias a las técnicas de reproducción asistida. Entre ellas, los tratamientos con óvulos donados son el método más avanzado al que recurren mujeres de más de 40 años cuando todas las opciones previas han resultado infructuosas a la hora de engendrar un bebé.
Tabla de contenidos
¿En qué consiste la donación de óvulos?
Hemos tomado conciencia de la importancia de ayudar a otros donando sangre, órganos e incluso nuestros óvulos. Para hacerlo, los únicos requisitos que se piden a la donante son que sea una mujer joven, de menos de 35 años, que esté sana y que, tras someterse a una serie de pruebas médicas, aparezca como apta para la donación. La donación es un acto anónimo y voluntario. La donante nunca conocerá la identidad de la mujer receptora de sus óvulos y ni la madre ni el futuro hijo, conocerán jamás la identidad de la donante.
Antes de donar, la donante deberá someterse a un riguroso chequeo médico y psicológico. Si resulta válida para la donación de gametos, los ciclos ováricos de donante y receptora deben sincronizarse, ya que los óvulos no pueden congelarse.
Mitos y dudas en torno a la donación de óvulos
Lleva practicándose desde la década de los 80. Pero todavía existen muchas dudas sobre esta técnica. Hay que aclarar que donar óvulos no impedirá a la donante quedar embarazada en el futuro. Además, se trabaja para que se reduzcan las consecuencias negativas para su salud. Hay mujeres que piensan que, si donan sus óvulos, se quedará sin ellos para cuando ellas mismas deseen ser mamás. Sin embargo, aclaramos que todas las mujeres nacen con un número determinado de óvulos el cual depende de cada mujer. Todos los meses, el organismo libera un número de óvulos. Sólo uno de ellos madurará lo suficiente como para ser fertilizado. El resto de ellos, se desechan con la menstruación. En la donación, lo que se hace es aprovechar todos esos óvulos que, en otro caso, serían desechados por el propio cuerpo.
A la donante se la somete a un tratamiento de estimulación ovárica para que todos esos óvulos maduren. Siempre controlada por el médico. El proceso dura apenas una semana. El día de la punción, tendrá que guardar reposo por 24 horas. No podrá mantener relaciones sexuales hasta que le llegue la siguiente menstruación, debido al alto riesgo de embarazo.
Esos óvulos serán inseminados artificialmente con el semen del padre de la criatura e implantados en el útero de la receptora.
Ni el bebé ni la madre receptora conocerán nunca la identidad de la donante.