chico y una chica besandose

Flujo Vaginal vs Lubricación

2 marzo, 2017
Por el Comité Editorial Blog IVI Dona

El sistema reproductivo femenino tiene en la lubricación su propio mecanismo de limpieza e inhibidor de microorganismos patógenos, así como el medio facilitador de una posible gestación.

Funciones del moco cervical

Esta secreción acuosa, producida por las glándulas del cuello uterino, está compuesta, entre otros por: agua, piridina, urea, ácido acético, escualeno y ácido láctico.

El flujo vaginal consta de una flora de bacterias (en su mayoría lactobacilos) de pH ácido (entre 3.8-4.5), que regula la expulsión de células muertas o cuerpos extraños y que actúa como barrera protectora frente a posibles enfermedades.

¿Qué tipo de enfermedades?

Enfermedades como la diabetes, así como la administración de antihistamínicos o fármacos contra alergias, depresión y enfermedades cardiovasculares alteran este pH, favoreciendo la proliferación de la sequedad vaginal e infecciones como la vaginosis bacteriana, la candidiasis o tricomomas.

Las características de color, olor y consistencia nos alertarán sobre la fase del ciclo menstrual, circunstancias vitales especiales como un embarazo, la lactancia o la menopausia o posibles síntomas patológicos a los que prestar atención.

Una dieta rica en alimentos ácidos y salados incide en el olor, por lo que se aconseja el consumo de probióticos para cuidar la salud de nuestra flora vaginal.

La producción de estrógenos y progesterona está directamente relacionada con las variaciones en la cantidad del moco cervical, y aunque cada mujer debe conocer sus secreciones, como norma general podemos señalar que:

  • Los antibióticos, anticonceptivos y corticoides tienden a espesar el flujo.
  • Tras realizar ejercicio físico es habitual una mayor descarga de moco, como consecuencia de la activación de la circulación.
  • Antes y después del sexo, el incremento de la irrigación de sangre hacia la vagina se traduce en un aumento de la lubricacion.
  • Con la ovulación el moco cervical tiende a ser más abundante, mientras que en el momento previo a la menstruación se vuelve más espeso y oscuro. El color marrón, posterior al sangrado, pone de manifiesto esta autolimpieza vaginal.
  • Los períodos vitales de menor actividad sexual como la infancia o la menopausia, generan una menor producción de flujo.

Lubricación y sexo

Las paredes vaginales también son responsables de la lubricación femenina con una doble finalidad:

  1. Facilitar la penetración y hacer más placentero el acto sexual.
  2. Acoger y alargar la vida de los espermatozoides para contribuir así a una posible concepción.

El escualeno, presente en el flujo vaginal, es el lubricante natural por excelencia. Se ha descubierto que, además de sus propiedades anticancerígenas, el hígado de los tiburones presenta altas dosis de esta sustancia, utilizada para fabricar sobre todo lubricantes. Precisamente si existe sequedad vaginal, las relaciones sexuales pueden llegar a ser dolorosas, propiciando el abandono de las mismas.

Pueden afectan negativamente al volumen del flujo y comprometen el bienestar vaginal, las etapas de estrés, una dieta e hidratación deficientes, el hábito de vestir tangas y ropa ajustada, de tejidos sintéticos, el abuso de productos de higiene íntima perfumados o las duchas vaginales desequilibran el pH vaginal.

En este sentido, los lubricantes hacen más placenteras y agradables las relaciones sexuales, ya que además de facilitar la penetración, enriquecen y estimulan el juego erótico colaborando a la lubricación natural. Los lubricantes de base acuosa son más seguros y saludables que los de base oleosa, porque son hipoalergénicos y no comprometen la función protectora del preservativo.

Además, los lubricantes de base en aceite como la vaselina, alteran el pH vaginal y posibilitan que los gérmenes queden adheridos a las mucosas por más tiempo. Son facilitadores de posibles infecciones.

Cuidar la dieta y la higiene íntima a diario, especialmente tras las relaciones sexuales y la menstruación, no abusar de la ropa ajustada y acudir al ginecólogo ante cualquier molestia como picor, mal olor o flujo inusual nos ayudarán a prevenir futuras complicaciones.