El flujo vaginal experimenta cambios durante el ciclo menstrual de la mujer en cuanto a color, cantidad, consistencia y olor vaginal. La principal razón de ello son las variaciones que se producen a nivel hormonal en cada una de las fases del ciclo. En algunos casos, estas modificaciones pueden deberse a la presencia de alguna infección como la candidiasis vaginal o la vaginosis bacteriana. En el artículo de hoy, veremos cuáles son las causas del olor vaginal más habituales y algunas recomendaciones para evitar el flujo vaginal con olor.
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Cambios en el olor vaginal: ¿a qué se deben?
El moco cervical es una secreción que forma parte del flujo vaginal y que proviene de las células del cuello del útero o cérvix. En función del momento del ciclo menstrual (fase folicular, ovulación o lútea) en el que esté la mujer, es normal que este presente cambios, como secreciones abundantes y elásticas o de color blanquecino y amarillento. Sin embargo, si se produce una variación llamativa o de manera repentina en el flujo vaginal, puede ser indicativo de alguna infección.
Uno de los cambios más característicos es el mal olor vaginal, puesto que este suele ser inodoro o con un olor suave en circunstancias normales. A su vez, es posible que este venga acompañado de otros molestos síntomas como ardor o picor en la zona íntima, dolor abdominal o fiebre. En todos estos casos, es importante acudir al ginecólogo. Por lo general, las causas del olor vaginal más comunes son:
- Candidiasis vaginal
La candidiasis vaginal es una infección muy habitual, que afecta a más del 70 % de las mujeres como mínimo una vez en la vida. Se produce por la proliferación del hongo Candida albicans, el cual habita de forma natural en la zona íntima de la mujer. La candidiasis ocasiona olor vaginal, así como un flujo blanquecino y acuoso, aunque también puede ser blanco, abundante y espeso.
- Vaginosis bacteriana
Una de las infecciones vaginales más frecuentes en mujeres de entre 15 y 45 años es la vaginosis bacteriana. Esta aparece debido a un desequilibrio en las bacterias que viven normalmente en la vagina. Uno de sus síntomas más característicos es el flujo vaginal con olor similar al pescado y con aspecto blanquecino, grisáceo o amarillento-verdoso.
- Clamidia
La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) que está causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Por tanto, la principal vía de contagio son las relaciones sexuales vaginales, orales y anales con una persona afectada. Aunque muchas mujeres no experimentan ningún tipo de sintomatología, es posible notar un mal olor vaginal, así como que el aspecto del flujo sea grumoso y blanquecino-amarillento.
- Gonorrea
Se trata de otra de las infecciones de transmisión sexual (ITS) que produce cambios en el olor vaginal. La gonorrea está ocasionada por una bacteria llamada Neisseria gonorrhoeae y es especialmente habitual en mujeres sexualmente activas menores de 24 años. Por lo general, es normal observar alteraciones como un olor vaginal fuerte y de color amarillento.
- Tricomoniasis
La tricomoniasis aparece debido a un parásito conocido como Trichomonas vaginalis. Esta infección de transmisión sexual (ITS) causa olor en la vagina y secreciones espumosas de color amarillento, verdoso o grisáceo. A su vez, es posible que la presencia de tricomoniasis incremente el riesgo de contraer otras ITS, por lo que será necesario realizarse las pruebas de diagnóstico correspondientes.
Recomendaciones para evitar el mal olor vaginal
En caso de presentar un olor vaginal fuerte, siempre es recomendable acudir a un especialista. Sin embargo, es posible realizar algunos cambios en el estilo de vida como forma de prevención:
- Utilizar el preservativo: los métodos anticonceptivos de barrera como el preservativo previenen el contagio de las infecciones de transmisión sexual (ITS), especialmente si se tienen múltiples parejas sexuales.
- Tener una higiene íntima correcta: siempre es aconsejable mantener una buena higiene, especialmente después del acto sexual.
- No utilizar productos perfumados: determinados productos que no son específicos para la zona íntima, como desodorantes o sprays, pueden alterar la flora vaginal.
- Llevar ropa interior adecuada: es preferible usar ropa íntima de algodón, puesto que es más transpirable que la sintética. A su vez, se deben evitar prendas que sean muy ajustadas.
- Evitar la humedad en la zona íntima: la humedad favorece la proliferación de hongos, lo que puede derivar en infecciones y causar mal olor vaginal.
- Seguir una dieta saludable: el consumo de probióticos, como yogur natural o queso crudo, ayuda a mantener el equilibrio de la flora vaginal.
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